Ya casi vemos la luz del cielo despejado. Y el camino es recto! Ya casi estamos fuera....y aún así, hay que bajar para subir.
Y el miedo serpentea por nuestra armadura.
La indecisión despliega sus espeluznantes opciones.
Y hace frío.
Y hay que seguir bajando. Para subir. Para salir. Para redimirse. Para encontrar el amor. O recuperarlo.
Para comprender. Para seguir adelante. O incluso para terminarlo todo.
A veces para subir hay que bajar primero.
Respiremos hondo y sigamos. Que nadie tenga que empujarnos. Que bajar va en contra de toda natura, pero estamos cerca de la salida, justo al otro lado del espejo.
Valentía y honor. Valentía y esperanza.
Para subir hay que bajar...no importa. Seguiremos adelante.