miércoles, 9 de marzo de 2011

Sonidos vacíos






Dicen, susurran, dejan caer, aseveran, dan pie a entender, cuchichean, gritan.
Oigo muchas palabras al día. Muchísimas. 
Oigo demasiado. Pero no escucho respuestas. 
Con tanto ruido resulta muy complicado.





jueves, 3 de marzo de 2011

Querido príncipe azul. Carta I

Como imagen de mis palabras, de nuevo una extraordinaria escultura de MITORAJ que tuve el placer de fotografiar.


Mi querido príncipe:
Después de tantos años, tu rostro siempre oculto ilumina una vez más mis textos secretos.
Tu voz, diseñada en el, para mí, registro perfecto, es la eterna melodía de los libros que leo.
Tus actos, siempre acertados, heroicos e intensos, siguen siendo las columnas griegas de los argumentos que ideo.
Mi querido príncipe, hoy sin embargo te escribo...para cantarte las cuarenta. Porque siempre, repito, ¡siempre estarás conmigo!, pero los tiempos cambian y yo con ellos.
Hoy quiero la corona, pero no la de consorte, sino la mía propia. 
Quiero saber qué hay tras una puesta de sol eterna.
Quiero saber si el caballo blanco que montas está sano y lo tienes bien cuidado.
Saber si, en igualdad de condiciones, tu y yo ganamos lo mismo.
Quiero el futuro perfecto en las novelas, y quiero mi futuro real donde yo soy quien toma mis decisiones.
Por favor, no te molestes, oh mi príncipe adorado, ¡con lo que yo te he soñado en mis sueños!!...no te vayas a enfadar porque no tienes derecho. Porque te he idolatrado rebasando el límite de la autoestima, porque te he dado mis mejores suspiros....y porque, seamos sinceros, no creo que estés tan bueno como aparentas si te quitas la armadura...
Mi querido príncipe azul, en este momento, esta que te escribe va a ocuparse de sus asuntos, así que no me esperes despierto...
Mi querido príncipe, a veces azul, a veces dorado, a veces negro, hoy no voy a soñarte...pero no te vayas muy lejos. Que aunque he aprendido que el mejor de los sueños es el que se vive aún sin haberlo soñado, ¿qué sería de la vida real sin un toque mágico y novelesco?.
Mi querido príncipe, hoy yo, no voy a soñarte...pero mañana buscaré un momento de calma para que juntos escribamos un nuevo pasaje.


Fdo: Tu doncella, tu par, tu creadora.